El correcto almacenaje. Se utilizan ambientes controlados, respetando las condiciones óptimas de humedad y protección ambiental para mantener la frescura e intensidad del tabaco.
El proceso de picado y envasado. Que respeta las más altas normas de calidad y seguridad, sin agregado de aditivos comunes en la industria del cigarrillo.
La dedicación y cuidado de los agricultores especializados en cultivos orgánicos.